9/28/2008

Estallar

Otro largo día, otro de esos que me obligan a mirar por la ventana, que me hacen desear que alguien tire de la cuerda y me haga estallar, o que alguien beba mi sangre y me deje dormir, que me ofrezcan rebobinar y borrar, que dejen de usar mi mente como tintero amargo, que dejen de lanzarme al papelero de los textos fallidos, ya no quiero jugar, me siento cansado y temeroso, he tenido que guardar mi rostro y sacudir mis hombros, he tenido que voltearme a verte, te he visto marcharte entre la multitud de la gente, he tenido que reinventarme con los trozos que han quedado por el suelo.

9/20/2008

Tal vez, solo tal vez.

La algarabía inspirada en el alcohol, la música rítmicamente irreconocible, y el humo de tabaco mezclado con carbón de espino, se contrapone a la solemne y monótona sobriedad, la primera, te entrega el placer de hacer el ridículo en pareja, intercambiar grados alcohólicos mediante besos cada vez mas violentos y húmedos, conversaciones intrascendentes que nos acercan al resto de los mortales, y nos alejan por horas del crucigrama indescifrable que nos atormenta.

La segunda, nos mantiene inmóviles, casi perplejos, sumidos en la entretención de ver a aquellos que intercambian grados alcohólicos y ríen de estupideces, de ver en vivo una real metamorfosis, de ver como van deformando sus rostros, y por algunos momentos de sentir lastima por los caídos.

¿Que podemos rescatar de esto?, ¿reflexiones?, ¿Qué cada vez somos mas resistentes a las migrañas?, todo es rescatable.

Tal vez, la Luna quiere al Sol solo por que este la ilumina, por que la aparta de la oscuridad, así como la reina necesita súbditos para poder ser reina. Que el amor no exista, y el siguiente paso del querer sea únicamente una obsesión compulsiva, adicto-dependiente.

9/13/2008

Es un puto dia.

Ha sido un puto día, y de seguro vendrán más días como estos... cansado de subir y bajar de un juego que ya no me parece tan agradable, de enmarañarme en acertijos esperando el "click" que volará mis sesos, de cada mañana que despierto con la sensación de que será nuestro ultimo dia, de las amenazas implícitas de un final horrible e inesperado, de oír que no soy parte de tus planes, de estar siempre dispuesto para ti con un boleto en mi mano esperando mi turno, de sentirme miserable por quererte, de rogarte por un beso, de ser el que no existe pero que siempre esta junto a ti, de estar escribiendo esta mierda esperando que me hables, de estar apunto de llorar por sentirme impotente, de no tener nada mas que escribir, de pensar que tal vez no te volveré a ver, de que solo para mi tengas un nombre.

9/09/2008

Café, aroma a mujer


Cada mañana fría y gris, Randy Lúdacta repite el ritual de lluvia tibia que relaja su cuerpo tenso y anudado, el frió acero limpia su rostro mientras intenta darle la forma deseada, y lo amargo de su boca le recuerda que debería dejar de fumar. Dos tazas de café y el primer cigarrillo son su primera compañía, el primer sentimiento de placer del día.

Como cada día Randy se esfuerza en desenmarañar sus ideas, sus anhelos y su deseo de terminar el día, de sentirse menos miserable que el día anterior. El llamado de su compañera Sirena Fractorcs inquieta su mente, revuelve sus ideas, lo sube en aquella montaña rusa que lo mantiene excitado o al borde del colapso, dependiendo de los giros de aquel juego.

Randy se sentó a la mesa haciendo un gesto con sus manos para indicarle a Sirena que se sentara junto a el, al ver que Sirena estaba tan fría sirvió dos tazas de café y partió un trozo de chocolate en partes iguales, fueron varios minutos en que Randy y Sirena solo observaban el vapor que bailaba sobre el café, sin sorber el brebaje, este de hacia más frío, al igual que ellos, que intentaban pasar ese frío invierno de la mejor manera posible.

- El final de este invierno ha sido muy frío – comentó Randy, - Podría ser mas frío, aun no ha terminado el invierno y es de esperar que sea peor- respondió Sirena, mientras Randy giraba la taza de café una y otra vez para calentar sus manos, en un intento por descongelar sus dedos, - me agrada recordar que al final del invierno disfrutaremos del verano – comentó Randy, - ¡peor aun!, la ropa pegoteada al cuerpo, la sensación de ahogo, no poder dormir por el calor de la noche… - exclamó Sirena.

- ¿Crees que deberíamos volver a subir la colina? – Preguntó Randy, - no lo se, fue tan difícil descender, no se si valga la pena volver a subir - respondió Sirena, - quítame el pelo de la cara – le pido Sirena, - no puedo, tengo los dedos congelados – respondió Randy, el siempre acostumbraba a observar detalladamente a Sirena, pero esta vez solo esquivaba la mirada entre su café y el de Sirena. Ella, que siempre daba pie para conversar sobre algún tema de interés, esta vez solo tarareaba la canción del recuerdo de turno, - los rayos de sol comenzaban a invadir la habitación, mientras, los perros en la callé ladraban armoniosamente, como si fuera una bienvenida al esquivo sol.

Sirena bebió el café frío de 3 sorbos – como en un gesto de retirada -- - tomaré otro café – dijo Sirena, - y luego puedes beber otro, o dejarlo enfriarse… no quiero que te vayas – dijo Randy, - ¿por qué lo dices?, aun no pienso irme – respondió Sirena con un tono suave, Sirena tomó las manos de Randy que continuaban frías, - ¿quieres tomar otro café conmigo? - preguntó Sirena, - ¿quieres quedarte aquí hasta el primer café de mañana?- preguntó Randy.

Los llamados de Sirena, suelen juntarlos una y otra vez, compartir el silencio y mentalizar el tarareo del recuerdo los acerca, los sentimientos miserables se diluyen y se ahogan en el fondo de la taza de café, el placentero chocolate endulza sus momentos, -- ¿aun quieres subir? - preguntó Sirena, - claro, podemos ir ahora – dijo Randy, - no, iremos mañana, ahora llévame a tu habitación he terminado mi café- concluyó Sirena.